¿Herederos de nuestra personalidad?
La neurociencia y el estudio del genoma humano avanza cada día más. Las últimas investigaciones apuntan a que la mayoría de los rasgos de personalidad son heredados genéticamente. Este descubrimiento podría parecer muy determinista; “para que cambiar si genéticamente soy así”. Nada más lejos de ello. Si es cierto que la hay rasgos de personalidad heredados, no significa que no sea de nuestra responsabilidad el cómo gestionar-los.
Esto significa que el temperamento por el cual se rige nuestra personalidad si puede ser trabajada por nosotr@s. Con ayuda terapéutica, nuestro estado emocional puede ser más funcional y adaptativo sin que para ello tengamos que cambiar nuestra personalidad. A su vez, tener un tipo u otro de personalidad no es ni bueno ni malo; puede convertirse en un problema si esta personalidad toma el control, se desmadra y consigue llevarnos por un camino de amargura y tristeza. Es importante entender nuestra personalidad, aceptarla y encontrar como, haciendo una bandera de ella, consigues que sea una herramienta más para vivir la vida con todo tu potencial. Para ello, la psicoterapia, puede ayudarte a entenderte y a posicionarte ante estas dudas vitales.
