El mundo occidental ha cambiado mucho especialmente después de la segunda guerra mundial. Des de entonces se ha ido, poco a poco, instaurando un estado de bienestar que genera sutilmente la necesidad de poseer.
La socióloga Roberta Paltrinieri sugiere que entramos en círculo paradójico donde poseer no es un problema, sino la insaciabilidad, que nos lleva a comprar sin necesidad ni sin medida, puesto que una vez obtenemos lo que deseábamos, no nos repercute en ninguna felicidad que perdure más de unos minutos. Es decir, a resultas de comprar, nos surgen ansias de seguir comprando que sólo se sacia al volver a comprar de nuevo sin encontrar placer en otras actividades, y aquí es donde surge la compra compulsiva.
Sin duda, parece que la felicidad esté muy ligada a la propiedad, pero están apareciendo nuevos índices sociológicos que ponen el énfasis precisamente en un punto que asegura más el bienestar; los vínculos relacionales.
En muchas ocasiones el comprar de manera compulsiva para llenar un vacío emocional puede convertirse en un problema al tornarse un comportamiento que la persona no puede evitar pudiendo extenderse a problemas económicos. Es en este momento cuando pasa a ser una adicción; la adicción a poseer por poseer.
En Te-Sis contamos con más de 20 años de experiencia en el abordaje de los problemas relacionados con las adicciones, tanto a conductas (compra compulsiva, ludopatía…) como a sustancias (alcohol, cannabis…). Ofrecemos tratamientos médico-psicológicos personalizados, orientados a ofrecer las herramientas terapéuticas necesarias para conseguir salir de la vorágine de sufrimiento y hallar la felicidad.
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